A nadie le gusta perder, bueno, aún no he conocido a ningún ser racional que diga: disfruto perdiendo, o me encanta perder, cuentos chinos, perder molesta, enoja maje, es más, no queremos ni bajar de peso porque implica «perder» libras. Es que eso de perder no le gusta a nadie.
Voy a contarles algo personal, a los 7 años, perdí a mi mamá, en un accidente vehicular donde entre varias personas afectadas solamente ella perdió la vida, desde ese entonces perder no era opción para mí, no importaba que fuese una competencia de penales entre dos amigos, un X/0, o sacar la mejor nota de un examen, simplemente no podía perder.
En el colegio perdí al menos los primeros 10 pleitos, al mundo no le interesa si tienes familia completa, funcional o disfuncional, no sé de donde sacamos que por esfuerzo se obtienen premios, el esfuerzo si cuenta pero sino hay resultados de nada sirve.
Así pasé buena parte de mi vida, tratando de ganar cada pleito, argumento o discusión, tenía que tener la última palabra, obvio, escogía mis batallas, era loco pero no pendejo. La apuesta con El Chele tiene que ver algo con eso, yo sabía que aunque estaba difícil, podía ganarle si me ponía las pilas, pero una cosa es verla de lejos y otra hablar con ella.
La hora de la verdad
Una semana antes de Correcaminos, la media maratón del 07 de julio de 2019, el Chele ya nos había ganado, se mantuvo siempre al pie del cañón, no se rindió y dijo que iba por récord personal, cierto, había que cumplir un requisito más, tenía que terminar la carrera, la única manera que el Chele perdiera es que no corriera o abandonara a medio camino.
Con el poco tiempo que tengo de conocerlo, habían muchas probabilidades abandono, este maje tiene dos hernias en la columna, anda con sobrepeso y no entrenó a conciencia, ahhhh, sumale que el brodercito comió como que si la competencia era para ganar peso. Durante todo el entrenamiento pasó como buzón de quejas de compañía telefónica, que la hernia, que el pescuezo, que el calor, que la plantilla del zapato, etc.
Bueno, tenía dos opciones, la primera era pasar esperando pegado al telefono viendo como le iba cada 25-30 minutos, o hacer una corrida larga de 21k, por si abandona echarle en cara de que yo si los hice, aún pagando la apuesta.
Los que corremos en Managua sabemos que hay dos opciones para correr, la primera es con calor y la segunda es con más calor, bueno, no tenía más que hacer, a darle, me salió la velada careta, la vi peluda, pálida y chiriza, me frenó el calor, la humedad, la ruta, pero sobre todo, me di cuenta que no estaba listo para correr 21K en menos de dos horas en Managua, pensé en abandonar seriamente 3 veces, no tenía sentido lo que estaba haciendo, solamente seguí corriendo esperando revisar el teléfono en el km 17 porque a esas alturas el Chele debía estar cerca de terminar o haber abandonado.
Ya casi de forma automática, apagué el cerebro, mis últimos 5 kms los hice estilo zombie, a buen paso pero no disfruté en nada la ruta, no me acuerdo de mucho. Termino mis 21.2 kms, y corro a revisar el celular, fruta madre El Chele, terminó en 1:52, no solamente terminó el maje, hizo récord personal. Me dejó un sabor agridulce, yo sé que puede hacer mejor tiempo, y según el registro que mando, empezó muy bien y terminó más o menos, no controló su pace, pero bueno, el maje terminó.
Aprender a perder…
aprender a ganar…
A mis hijos trato de explicarles que hay que aprender a perder, están pequeños, y reaccionan mal cuando las cosas no salen como quieren, es peludo enseñarles eso cuando yo mismo me frustro porque el Real Madrid no gana la 4ta Champions consecutiva o porque los Yankees no ganaron otro campeonato este año, y si a eso le sumo el montón de ejemplos de pésimas actitudes de deportistas famosos se vuelve titánica la tarea.
Haríamos un mejor planeta aprendiendo a perder, pero también aprendiendo a ganar, cuando ganamos se nos olvidan errores que cometimos, nos inflamos y creemos ser la mamacita de Tarzán, cuando perdemos lo primero es descalificar al otro, a como sea, hacer menor su mérito, bajar a como sea al otro a nuestro nivel, o justificar nuestra mediocridad con puras excusas, incluso hasta casos de inventar récords personales, y si empezamos a hacer lo contrario?
Tengo que decir que me sorprendió el Chele, ganó bien el maje, y no se burló (tanto) ni se ufanó de su victoria. A los que no pudimos ir, a la próxima Prix, no pasa nada, todos los años hay carreras, esta vez no pudo ser.
No sabía cómo escribir esto, es fácil hacer el relajo y dejar un sabor como que todos ganamos, o todos perdimos y listo, nadie enojado, pero también es quitarle méritos al maje que gano la apuesta.
Tocaba pagar, para que más, ahí nomás la armamos, buscamos bar y adivinen quién fue el primero en llegar? El Chele!!! Armamos una joda que para que les cuento, el Chele nos contó su experiencia, Hernaldo y José Luis llegaron y añadieron sus propios clavos y chiles que les pasaron durante la carrera.
Chele, te felicito, terminaste la media maratón, corriste en menos de 2 horas y lograste hacer marca personal, pero sobre todo ganaste bien.
Un abrazo, nos seguimos viendo,
P.D.: No andés creyendo que me voy a quedar con esta espina, vienen nuevos retos, vienen nuevas carreras!!! Acordate que hay que acompañar a Grace a su entrenamiento para el maratón de NY.